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La agonía del Eros: el amor según Byung-Chul Han

El amor es inmanente al ser humano desde que el mundo se convirtió en el mundo. ¿Podría alguien afirmar que se encuentra en peligro de extinción? Quizás no tanto, pero sí hay razones para pensar que la sociedad actual ha reconfigurado el concepto. El escritor surcoreano Byung-Chul Han (Seúl, 1959) alerta en La agonía del Eros, un ensayo que aborda la cuestión del amor en su vertiente más filosófica, de cómo la cultura de masas ha prostituido el término, asignándole una condición de mero producto de consumo. Siempre crítico con el sistema neoliberal en el que el mundo se encuentra inmerso, el filósofo expone sus postulados en torno al invencible poder del capitalismo, capaz de intervenir incluso en las relaciones humanas a través del amor.

“El amor se enfrenta a una ilimitada libertad de elección”, dice Han en el primer capítulo, “Melancolía”, que alude a la película de Lars von Trier en la que establece una constante relación entre la depresión y el amor. No se refiere a las posibilidades de elección entre individuos, sino a las numerosísimas opciones que ofrece esta sociedad tan globalizada. Somos tan libres y tenemos tantas oportunidades que nos explotamos a nosotros mismos hasta dejar de ser libres, viene a decirnos el filósofo. Y basa su razonamiento en que esta cultura de consumo se ha vuelto tan individualista que ha perdido la capacidad de ver más allá de su ombligo: “No se alcanza el amor sin otro al lado”, dice Han. La positividad de la realidad (el exceso de información a través de las nuevas tecnologías) ha anulado la capacidad crítica del individuo (la “negatividad necesaria”) hasta volverlo un narcisista.

Pero no está todo perdido. Han, que no es tan pesimista como hace prever su planteamiento o el propio título de la obra, confía en la “alteridad” para que el amor tenga efecto. La alteridad o “condición de ser otro” según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) es el concepto más importante de La agonía del Eros, el que propone hacer partícipe a un segundo sujeto: a esto lo llama “atopía”. El Eros, el amor más poderoso —Dios griego que gobernaba la vida de los propios dioses—, es capaz de “sacar al uno de su infierno narcisista”. Eso sí, necesitará al otro. “El eros es una relación con el otro que está radicada más allá del rendimiento y el poder”, dice Han en el capítulo dos: “No poder poder”.

En su acertada elección de términos, el filósofo establece un contrapunto entre la Sociedad del Rendimiento y la Sociedad de la Disciplina, o sea, la del Deber: “látigo y mandato”. Desarrollará la primera, pues considera que es la resultante del sistema neoliberal que gobierna nuestras vidas hace ya mucho tiempo. En la Sociedad del Rendimiento no somos más que esclavos —dialéctica de Hegel— de una “Mera vida” basada en la superficialidad y los excesos comunicacionales. Por ejemplo, las redes sociales constituyen una paradoja: cuanto más nos acercan, más lejos estamos.

“El amor se enfrenta a una ilimitada libertad de elección”

Incluso la sexualidad, elemento fundamental en las relaciones amorosas, se ve afectada por la sociedad capitalista. En el capítulo “Porno”, el filósofo establece una clara diferenciación entre erotismo y pornografía, entendiendo esta última no sólo desde el punto de vista de la industria, sino atendiendo a la sobredosis de exposición en la cultura audiovisual reinante. Porno es una metáfora para señalar el individualismo y la exhibición permanente como factores que contribuyen a la mercantilización del amor, fomentada por el sistema neoliberal. Han asegura que “el porno profana el erotismo”, lo mismo que el museo aniquila el valor de las cosas, en favor de su exposición.

No es fácil decantarse por si La agonía del Eros es una defensa del beatus ille y la bohemia en cuanto al amor romántico se refiere o una obra moralista con rasgos puritanos, al borde de la ortodoxia católica. Lo que sí defiende, en cualquier caso, es el hedonismo (aunque este término no aparece mencionado), en tanto que el placer como modo de vida se antoja más atractivo que la idea capitalista de la productividad: trabajar para vivir. El “eros” de Han es contrario al concepto anti-muerte de la sociedad actual (Mens sana in corpore sano) porque “el amante renuncia a sí mismo”, rechaza la depresión porque “es una enfermedad narcisista” y, por supuesto, nada quiere saber de la “mera vida”.

“El amor está amenazado, tal vez muerto, o al menos bastante enfermo”

La agonía del Eros es una reivindicación vehemente del amor puro (¿acaso puritano?) y clásico. Así contiene numerosas referencias de la filosofía griega (Sócrates o Platón, por ejemplo) y la cultura clásica en general para dotar de valor a sus postulados. Por otro lado, aparecen en el texto ejemplos contemporáneos como Madame Bovary que sirven al autor para contar cómo la Francia del siglo XIX fue un detonante de la cultura de consumo. Nietzsche o Lars von Trier también conviven entre las referencias en las que se apoya el filósofo.

Han sale prácticamente ileso del riesgo que supone tratar el amor en una obra filosófica. La agonía del Eros es un ensayo lúcido aunque por momentos espeso, a pesar del “rigor filosófico y la riqueza descriptiva” de la obra, tal y como apunta el prologuista, Alan Badiou. El filósofo francés, autor de Elogio del amor, es un referente para Han, que incluso toma algunos de sus postulados para desarrollar su tesis. “La escena de lo Dos” de Badiou representa precisamente la “alteridad” de la que habla Han en su ensayo. En el prólogo, Badiou se hace eco de la principal hipótesis del libro: “El amor está amenazado, tal vez muerto, o al menos bastante enfermo” por culpa del capitalismo. Hay que defenderlo porque sigue siendo necesario para la existencia misma del pensamiento.

 

Jaime Cedillo (@JaimeCedilloMar) es periodista, músico y poeta. Colabora con El Cultural, publicación del diario El Mundo y con otros medios de comunicación. Se graduó en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Rey Juan Carlos I y cursó el Máster de Crítica y Comunicación Cultural de la Universidad de Alcalá de Henares.

Si te interesan libros sobre este tema, te recomendamos las novelas La vida son los miércoles de Mariela Michelena y Ya vamos de Ronja Von Rönne. También la colección de cuentos Tríos editada por el sello Anagrama y el ensayo de Pablo Maurette El sentido olvidado.

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  1. Jose Torres
    10 diciembre, 2018

    excelente articulo

    1. Colofón Revista Literaria
      11 diciembre, 2018

      ¡Muchas gracias, Jose! Lo invitamos a suscribirse a nuestra página para que todas las semanas le lleguen nuestras informaciones más destacadas.

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